Cada día mueren mujeres en manos de sus parejas, pero muchas son las que sufren en silencio el maltrato en sus propios hogares.

Mi testimomio

Ecuador cuenta desde 1995 con la Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia, es «crear condiciones de igualdad y desarrollar una participación plena de las mujeres en la vida económica, política, social y cultural, incluidas la intervención en la toma de decisiones y el poder».

Se compone de 26 artículos y siete títulos. Entre los que se pueden destacar están:

Art. 1. «Tiene por objeto proteger la integridad física, psíquica y libertad sexual de la mujer y los miembros de su familia, mediante la prevención y sanción de la violencia intrafamiliar y los demás atentados contra sus derechos y los de su familia. Sus normas deben orientar las políticas del Estado y la comunidad sobre la materia».

Art. 2. «… Violencia intrafamiliar es toda acción u omisión que consista en maltrato físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar.

Art. 9. «…Cualquier persona natural o jurídica que conozca de los hechos podrá denunciar la infracción»

A leer con atención todo esto, se podría decir que todo está en marcha, que la ley nos ampara, que puedes hacer una acusación, rodearnos de testigos y lograr alejar al “agresor”, pero mi pregunta es:  tu estas lista para alejar al agresor?

Estas lista para admitir que tienes  un agresor en tu hogar, y es tu pareja? La persona que amas, el padre de tus hijos……

Al sentirme así; un número más en las estadísticas de mujeres  maltratadas sin saber con quién contar, a dónde acudir y la vergüenza en mi frente; decidí callar y soportar el maltrato; aun cuando la rabia se hacía presente, en otras, la tristeza la impotencia, los ojos se me llenaban de lágrimas y en el instante sacudía la cabeza como para alejar no sólo los deseos de soltar el llanto sino también el dolor de los recuerdos, al fin y al cabo como dicen “las cicatrices del alma no desaparecen nunca”.
Estoy más enojada conmigo misma más que con él, al fin y al cabo él es un hombre enfermo pero creo que más enferma estaba yo por permitir tantas agresiones, tantas golpizas físicas y emocionales. Llegó un momento en que no sabía si me lastimaban más los golpes que me propinaba o su constante actitud de menosprecio que me hacía sentir un ser inútil, incapaz, menos mujer.

Claro y empiezan los pretextos, las caídas, los golpes contra las gavetas etc. no solo me provocaban fuertes  lesiones sino una baja autoestima, reacciones violentas, hasta te convences a ti misma que hay algo malo en ti; y te das lastima, y sientes que das lastima,  verte impotente, incrédula, de ver ante tus ojos al hombre que tanto amabas tratarte de esa manera, pasar del amor al odio.

Hay una infinidad de motivos por los que se provoca una discusión  que termina en golpes y las frases celebres de MI pareja: tú me hiciste enojar, tú me sacaste de casillas, yo no hubiera reaccionado as, sabes que TE AMO.

Volvía a perdonar una y otra vez, había un período de reconciliación maravillosa en el que intentaba demostrar estar dispuesto a reparar el error y tras él, un “nuevo ataque” y así se continuaba indefinidamente. Y empieza el ciclo vicioso;  una víctima  que es emocionalmente dependiente de su victimario,

Seguro estás leyendo esto y dirás que tonta, porque no reaccionas, pero piensa  cuantas dirán así me siento.

Con el dolor de mi familia, al verme así.. Destrozados mis sentimientos, con la “culpa”, la soledad, y la tristeza, el dolor  que había en los hermosos ojos negros de mi hija, me levante fui de comisaria en comisaria buscando ayuda y siendo testigo y cómplice del dolor de muchas mujeres maltratadas, había y hay  casos peores que el mío, ves tú realidad en un espejo, espejo que decidí romper y te puedo decir que soy una sobreviviente, si así es ….

Que sigue luchando,  que quiere compartir su testimonio con los demás no para que sientan lastima, sino para que seas testigo que  las cosas y tu vida puede cambiar solo es tu determinación y te de fuerzas, no te rindas, no lo calles..

Al final logré salvar dos vidas la mía y la de mi hija, el camino al olvido es duro y cruel pero no me detendré porque yo gané.

“No te golpea por ser alta o baja, gorda o flaca, necia o inteligente, licenciada o analfabeta… te golpea por ser mujer.”

Nati

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Ejecución de Medidas de Amparo

  1. Para sacar al agresor de la vivienda común:
  • La víctima debe presentar la providencia de la autoridad.
  • Solicitar autorización a la víctima para ingresar al domicilio.
  • Pedir la salida del agresor, para lo cual solamente podrá sacar sus herramientas de trabajo y sus prendas personales.
  • Indicar al agresor, que el incumplimiento de una medida de amparo es un delito.
  • Recibir la llave del domicilio usada por el agresor y entregar a la víctima, recomendando el cambio de seguridades.
  • En caso de negativa del agresor, aplicar el uso progresivo de la fuerza.
  • Realizar el parte al jefe de su unidad, haciendo constar todos los detalles en especial la autorización verbal de la víctima para el ingreso al domicilio.
  1. Para reintegrar a la víctima a la vivienda común:
  • La víctima debe presentar la providencia de la autoridad.
  • Confirmar las direcciones de la providencia con la indicada por la víctima.
  • Esperar hasta que el agresor se encuentre al interior de la vivienda.
  • Solicitar autorización a la víctima para ingresar al domicilio.
  • Pedir la salida del agresor, para lo cual solamente podrá sacar sus herramientas de trabajo y sus prendas personales.
  • Indicar al agresor, que el incumplimiento de una medida de amparo es un delito.
  • Recibir la llave del domicilio usada por el agresor y entregar a la víctima, recomendando el cambio de seguridades.
  • En caso de negativa del agresor, aplicar el uso progresivo de la fuerza.
  • Realizar el parte al jefe de su unidad, haciendo constar todos los detalles en especial la autorización verbal de la víctima para el ingreso al domicilio.

Violencia de genero

Medidas de Amparo

Son otorgadas por las Comisarias de la Mujer y la Familia, después de realizar la denuncia, y constan en el Art. 13 de la Ley 103 “Contra la violencia a la Mujer y la Familia”, y son:

  1. Conceder las boletas de auxilio que fueran necesarias a la mujer o demás miembros del núcleo familiar.
  2. Ordenar la salida del agresor de la vivienda si la convivencia implica un riesgo para la seguridad física, psíquica o la libertad sexual de la familia.
  3. Imponer al agresor la prohibición de acercarse a la agredida en su lugar de trabajo o de estudios.
  4. Prohibir o restringir al agresor el acceso a la persona violentada.
  5. Evitar que el agresor por si mismo o a través de terceras personas realice actos de persecución o intimidación a la víctima o a algún miembro de su familia.
  6. Reintegrar al domicilio a la persona agredida disponiendo la salida simultánea del agresor, cuando se trate de una vivienda común, impidiéndole que retire los enceres de uso de la familia.
  7. Otorgar la custodia de la victima menor de edad o incapaz a persona idónea, siguiendo lo dispuesto en el artículo 1047 regla sexta del Código de Menores.
  8. Ordenar el tratamiento al que deben someterse las partes y los hijos menores de edad si fuere el caso.

Confrontando la Violencia


Si existe violencia en su relación, debe:

  • reconocer el problema y considerarlo seriamente
  • conversar con su pareja y decirle que la violencia debe terminar
  • dejar de justificar la violencia diciéndose que a veces uno mismo la provoca con su actitud. Nada justifica la violencia,
  • decirle firmemente lo que ud.no quiere hacer
  • conversar con alguien que le dé confianza. Lo importante es romper el silencio.
  • llamar a algún teléfono de ayuda y orientación
  • integrarse a actividades que la fortalezcan como persona
  • denunciarlo o recurrir a instituciones de su comunidad
  • no aislarse y buscar ayuda

Las mujeres no deben avergonzarse ni sentirse culpable por sufrir estas agresiones.Una gran cantidad de mujeres la sufren diariamente.Lo importante es tomar fuerza para cambiar esa situación.

Si ud. es víctima de violencia doméstica:

  • no se aísle, busque familiares o personas amigas y cuénteles su problema.
  • busque un lugar donde refugiarse en momentos de emergencia, si se ve imposibilitada de quedarse en su hogar.
  • no se quede aguantando, pensando que todo pasará y que la calma volverá. La violencia puede ser peor y su vida y la de sus hijos corre peligro.
  • busque asistencia legal e infórmese de sus derechos y de las leyes que la protegen.

Recuerde que:

  • ud.tiene el derecho a una vida libre de violencia.
  • no puede perder sus hijos.
  • ud.puede reclamar el derecho de sus hijos a recibir pensión alimenticia.
  • el ciclo de violencia no se rompe solo.Debemos hacer algo para cambiarlo.
  • la violencia doméstica es un delito que debe denunciar.
  • ayude a que sus hijos tengan un futuro sin violencia.

Decepcionada una vez mas …..

Esta semana tuve que visitar otra entidad publica dedicada a defender los derechos de la vida…. y que decepcion ver que una vez mas eres atendida como tu la criminal, como la cobarde que no eres, porque si llegas a pedir ayuda es por que no sabes de donde reuniste las fuerzas para hacerlo, y al llegar a estos lugares llamados defensores de la vida…..¡¡¡ te encuentras enfrentandote a otro mas de tus miedos, la falta de atención, de dirección, te ves más perdida que antes, vas poco a poco la fuerza que tenias, que tomaste, dejandola en el camino, entre trámites, preguntas sin respuestas, de un piso a otro, donde se queda la defensa de los derechos de la vida y la libertad, si te enfrentas a personas que te ponen mas obstaculos para sentirte apoyada, atendida, o solo escuchada.